El mundo de hoy está en un constante proceso de transformación en el que lo digital cada vez gana más terreno en las actividades humanas. Casi que cualquier cosa actualmente se puede gestionar a través de un dispositivo móvil con acceso a internet. El sector financiero y bancario no ha sido ajeno a estos procesos de cambio y una muestra de esto es el aumento de las transacciones realizadas de manera digital mediante aplicativos móviles en los que se puede enviar y recibir dinero. La pregunta ahora sería si este sector tan importante de la economía llegó a su límite o podrá a través de la realidad virtual mejorar la experiencia de los usuarios.
Quizás la situación de confinamientos generales vivida en todo el mundo durante el 2020 aceleró un proceso de digitalización de la vida humana que ya venía en desarrollo, haciendo que sea más determinante el uso de realidad virtual en diferentes sectores. El trabajo, el estudio, las compras, entre otras labores cotidianas empezaron a posicionarse en el mundo digital, es por eso que los bancos encontraron una oportunidad de desarrollo en este sentido y, muy seguramente, la realidad virtual será una de las principales aliadas para lograr mejorar el servicio a futuro y acomodarse a las nuevas necesidades de una clientela centennial nacida en un mundo inmerso en lo digital.
La realidad virtual es un formato en el que, mediante tecnología y herramientas digitales, se construyen o recrean mundos posibles similares al real utilizando imágenes computarizadas que hagan sentir a las personas familiarizadas, esto es muy común en los videojuegos o las películas en las que los personajes y los escenarios son sumamente parecidos a los originales. Es por eso que, quizás, una de las características principales de la realidad virtual utilizada en el sector bancario será que las sucursales físicas se recreen a través de imágenes y les permitan a los usuarios tener la posibilidad de “visitarlas” desde cualquier dispositivo.
Tomando en consideración el hecho de que las actividades humanas se han volcado en los últimos años a los espacios digitales, las sedes físicas tenderán a disminuir en cantidad, dando paso a la utilización de nuevos espacios de atención en donde los usuarios podrán experimentar una experiencia multisensorial, con sonidos, imágenes fijas y en movimiento, gracias a la realidad virtual. Esto toma más relevancia si tenemos en cuenta que desde hace algún tiempo los usuarios vienen encontrando soluciones en los aplicativos móviles, algo que disminuye la necesidad de visitar oficinas.
Parece ser que el uso de la realidad virtual en el sector bancario apenas está iniciando y podría haber miles de posibilidades de uso. Una de las más sobresalientes y posibles en un futuro cercano, o como mínimo a mediano plazo, será la visualización de datos, información y saldo de las cuentas bancarias en un formato de realidad virtual en el que los usuarios podrán entender mediante gráficas o recursos visuales de 360 grados cómo van sus finanzas personales o cómo serían las proyecciones de pagos de posibles créditos. Esto podría ayudar a mejorar el entendimiento de la información e incentivaría el acceso a productos bancarios, ya que, los usuarios tendrían la información disponible de manera más clara y didáctica.
Un recurso con mucho potencial que podrían desarrollar los bancos por medio de la realidad virtual es la ubicación de cajeros automáticos cercanos al punto en el que se encuentre cada usuario. Estos lo único que tendrían que hacer es realizar una búsqueda con base en las características de la zona en la que se encuentren y la aplicación podría guiarlos hasta los cajeros más cercanos, haciendo una reconstrucción del recorrido que tendrían que hacer para llegar a él mostrando puntos de referencia que faciliten la ubicación del sitio mediante imágenes de realidad virtual.
Sin duda alguna el uso de recursos digitales en el sector bancario está encaminado a cumplir dos objetivos claros: el mejorar la navegación de los usuarios y aumentar el acceso de los mismos a servicios como préstamos o tarjetas. En este sentido el uso de realidad virtual podría facilitar ambas mediante procesos de inmersión en donde los clientes puedan ver en imágenes las acciones financieras. Por ejemplo, si un usuario quiere planear unas vacaciones podría tener la posibilidad de proyectar sus gastos aproximados por día mediante mapas interactivos creados con realidad virtual, esto a la luz de sus finanzas personales, así se podría detectar la cantidad de recursos que podrían hacerles falta y conseguirlos mediante un crédito.
Como vimos, la utilización de la realidad virtual en el sector bancario apenas está en una etapa inicial en la que todavía su potencial está en desarrollo, aunque lo único claro al respecto es que los bancos que quieran brindar un mejor servicio a sus futuras clientelas deberán empezar a tener en cuenta este tipo de recursos digitales.
Si deseas conocer más información sobre realidad virtual y demás productos audiovisuales innovadores te invitamos a explorar el sitio web www.xystudios.co, allí encontrarás un amplio portafolio que podrías poner a disposición de tu compañía.